17 de diciembre
(Gn 49, 2. 8-10 / Sal 71 / Mt 1, 1-17)

Hoy comenzamos con las Ferias Mayores de Adviento, siete días antes de navidad, la Iglesia manifiesta de una manera especial ésta espera que se hace de Señor, mediante las «antífonas de la O» que formarán el acróstico «Ero Cras» leído en sentido inverso, hoy le llamamos a Jesús: Sabiduría (le seguirán Adonaí [Señor], Raíz, renuevo de Jesé, Clavis (llave) de David, Oriente, Rey y, por último, Emmanuel.

“Sabiduría del Altísimo, que dispones todas las cosas con fortaleza y con suavidad, ven a enseñarnos el camino de la vida”. Si queremos ser sabios en verdad debemos permanecer unidos a Jesús y a sus enseñanzas, reconocer que en el encontraremos todas las respuestas y tranquilidad que necesitamos. En Él se cumplen todas las profecías.

Hemos leído la genealogía de Jesús, algo muy característico en el mundo semita, por ello Mateo inicia así su Evangelio, conectando a Jesús no sólo con David, lo conecta hasta con Abraham; además, habla de tres grupos de catorce generaciones entre ellas, y si uno sigue los valores numéricos del nombre de David la suma que da es catorce. Mateo presenta a Jesús como el tres veces David. Le dice a un pueblo que esperaba al “hijo de David” que el Señor es superior por mucho al Rey David.

A un pueblo que esperaba una cosa simple, Dios le da algo que supera esto por mucho… ¿tienes claridad en lo que necesitas recibir por parte de Dios? Haz silencio, pídeselo con todo tu corazón, confía en Él y en su infinita sabiduría, Él te concederá todo lo que necesitas y con creces.

(P. JLSS)