Diócesis

La Diócesis es una porción del pueblo de Dios, cuyo cuidado pastoral se encomienda al Obispo con la cooperación del presbiterio, de manera que, unida a su pastor y congregada por él en el Espíritu Santo mediante el Evangelio y la Eucaristía, constituya una Iglesia particular, en la cual verdaderamente está presente y actúa la Iglesia de Cristo una santa, católica y apostólica.

Como regla general, la porción del pueblo de Dios que constituye una diócesis u otra Iglesia particular debe quedar circunscrita dentro de un territorio determinado, de manera que comprenda a todos los fieles que habitan en él.

Corresponde tan sólo a la suprema autoridad el erigir Iglesias particulares, las cuales una vez que han sido legítimamente erigidas, gozan en virtud del derecho mismo de personalidad jurídica.
Toda diócesis o cualquier otra Iglesia particular debe dividirse en partes distintas o parroquias.





Para facilitar la cura pastoral mediante una actividad común, varias parroquias cercanas entre sí pueden unirse en grupos peculiares, como son las arciprestazgos.

(Código de Derecho Canónico 369-374)

Nuestra Diócesis

La Diócesis de Mexicali cubre en buena parte el noroeste del Estado de Baja California y una pequeña porción del noroeste del Estado de Sonora, teniendo como límites al norte la línea Internacional México-Estados Unidos de Norteamérica, que corresponde a las Diócesis de San Diego California y Tucson, Arizona; al sur con el paralelo 28 (límite del Estado con Baja California Sur) perteneciente al Vicariato Apostólico de la Paz; al este con la Arquidiócesis de Hermosillo y Diócesis de CD. Obregón y finalmente al oeste con la Diócesis de Tijuana.
El Estado de Baja California es parte de la península del mismo nombre que empieza en la desembocadura del Río Colorado a los 33º de latitud norte y 262º de longitud oeste terminando en el cabo de San Lucas a los 22º,24’ de latitud norte y 268º de latitud oeste.

El nombre de California fue puesto en el principio a un solo puerto cerca del cabo de San Lucas y después se fue haciendo extensivo a toda la península y según el historiador ex –jesuita Don José Campos se cree que ésta compuesto de la voz española “cala” que significa una ensenada pequeña de mar, y de la voz latina “fornix” que significa bóveda; debido a que en ése lugar en verdad existe una pequeña ensenada en cuyo lado occidental sobresale una roca agujerada de modo que en la parte superior se forma una bóveda perfecta.

 Ateniendo a los pocos vestigios de la antigüedad se cree que la península fue habitada por gentes de una cultura superior a los bárbaros encontrados por los españoles, ya que en varias cuevas se descubrieron figuras de hombres y mujeres decentemente vestidos.

Catedral de Mexicali
El 9 de Abril de 1984 S.S. Juan Pablo II nombra a Monseñor Manuel Pérez Gil González, como Obispo de la Diócesis de Tlanepantla, Edo. De México y el 16 de Junio de 1984 nombra al entonces Párroco del Señor de la Salud de León Gto. Monseñor José Ulises Macías Salcedo como segundo Obispo de la Diócesis de Mexicali, quien toma posesión de su cargo el 29 de Julio de 1984. El 31 de mayo de 1997, Fue nombrado Obispo de Mexicali y Consagrado el 17 de septiembre del mismo año Monseñor José Isidro Guerrero Macías, quien continua como obispo de esta Diócesis hasta la fecha.

PRINCIPIOS

A la llegada de los españoles sólo se encontraron vestigios de esa antigua nación toda vez que en ese momento la península estaba habitada por los Pericúes que ocupan la parte austral de la península, los Guaycuras que se establecieron entre los paralelos 23º y 26º y los Cochimíes que tomaron la parte septentrional.

La Baja California fue descubierta por Hernán Cortés quien arribó en 1536 al puerto cercano a Cabo de San Lucas que llamó California y por Francisco Avila quien enviado por Cortés llegó el 28 de septiembre de 1539 a la desembocadura del Río Colorado, lugar que denominó “Ancón de San Andrés”.

Con los datos aportados por Ulloa, casi medio siglo después de la muerte de Cortés, las autoridades de la Nueva España organizaron una expedición al mando de Sebastián Vizcaíno, quien en su primer viaje llegó hasta el paralelo 29; en su segundo hasta el Cabo Mendocino, cerca de la Bahía de todos Santos. 

En ambos viajes, Sebastián Vizcaíno se hizo acompañar de frailes franciscanos pero no les fue posible adentrarse a la tierra firme y mucho menos instalarse en el nuevo territorio. 

Cincuenta y dos discípulos de San Ignacio de Loyola fueron los que dieron pie a esta enorme obra, venciendo todas las vicisitudes con ejemplo de extrema bondad y pobreza, sembrando la fe en el alma de los nativos y llevando a cabo la colonización que los osados soldados españoles jamás pudieron conseguir. 

Dieciocho misiones fundaron los Jesuitas en el curso de 70 años que tuvieron a su cargo la Evangelización, tan sólidamente constituidas que aún se yerguen imponentes, desafiando el paso de los años. 

Los nombres de los Padres Jesuitas: Francisco Eusebio Kino, Alemán, iniciador de esta cruzada espiritual; Juan María de Salvatierra, Italiano, fundador de la primera misión, la de Loreto; Juan de Ugarte; Fernando Consag; Francisco María Pícolo; Nicolás de Tamaral; Lorenzo Carranco y muchos otras mas ocupan un sitio prominente en la historia de la Iglesia de la California. 

Los Padres Jesuitas fueron expulsados de la península por Carlos III rey de España, en el año 1767, y por disposición de este mismo rey, fueron sustituidos por las órdenes franciscanas cuyo personaje principal fue: Fray Junípero Serra, quienes trabajaron por 4 años las misiones de Baja California, entregándolas posteriormente a los dominicos. 

Los Padres Dominicos al quedar a cargo de la obra misional en la alta California, construyeron 9 misiones, todas ellas al norte del paralelo 30, de las cuales hoy tan sólo quedan sus ruinas. 

Con la entrada del siglo XIX, termina la heroica conquista espiritual de los misioneros, que dicho sea de paso, nunca tocó la región del Valle de Mexicali, que quedó sustraída a su obra Evangelizadora y de auténtica colonización. 

En 1700 y 1701, los Padres Jesuitas Kino y Salvatierra, exploraron ampliamente la desembocadura del río Colorado al que pusieron este nombre por las azolves colorantes que tenían sus aguas, y llegaron a la conclusión de que la California era una península. 

Los misioneros Jesuitas Juan de Ugarte en 1719 y 1720 y Fernando de Consag en 1726, exploraron también las desembocaduras del Colorado y en 1771 el padre franciscano Francisco Garcés posiblemente llegó a las inmediaciones donde se asienta la ciudad de Mexicali. 

Fue el capitán De Anza quien el 26 de octubre de 1775 emprende un viaje con el fin de establecer comunicación entre la nueva España y la Alta California, cruza por segunda vez el desierto y desde luego el valle de Mexicali, llegando a la confluencia de los ríos Gila y Colorado en 18 de Diciembre del mismo año, en un sitio muy próximo al conocido hoy como Río Nuevo, cerca de donde hoy se asienta la ciudad de Mexicali. 

El valle de Mexicali, fue solamente un paso obligado, pues tuvo que transcurrir más de un siglo para que se empezaran a levantar las modestas enramadas que dieron origen a la actual ciudad. 

Fue hasta el 14 de marzo de 1903. Cuando quedó formalmente fundada la ciudad de Mexicali, cuyo nombre se debe a la combinación de las palabras México y California.

NUESTRA DIOCESIS DE MEXICALI

En 1915 Mexicali se convierte en la Capital del entonces Distrito Norte de Baja California, instalándose en la ciudad Instituciones Gubernamentales y construyéndose edificios públicos de importancia.

 La Diócesis de Mexicali comprende también parte del Estado de Sonora, compuesta por los Municipios de Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado.

En el Estado de Sonora, antes de la llegada de los españoles habitaron dos diferentes culturas; los cazadores recolectores representados por los Seris y los grupos de los agricultores, siendo de los importantes los Chita, los Pima y los Apatas o Sonoras.

 La conquista de Sonora por los españoles se realizó de modo gradual y constante desde las primeras exploraciones hasta el establecimiento de misiones, reales de minas, presidios, haciendas y ranchos.

 Las primeras exploraciones se emprendieron en el año 1533, en que la expedición al mando de Diego de Guzmán fue la primera en llegar al territorio de lo que hoy es el Estado de Sonora.

 La primera constitución política del Estado de Sonora fue promulgada en 1831, pero los municipios de San Luis Río Colorado y Puerto Peñasco, fueron reconocidos en forma oficial hasta los años 1939 y 1952 respectivamente.

 Puerto Peñasco es uno de los centros de población más jóvenes del estado de Sonora, ya que inició su formación hacia el año 1929 como un simple campo pesquero.

 En 1929 era conocido como punta de Piedra o punta Peñasco debido al gran macizo de origen volcánico que se introduce en el mar de Cortés y en 1932 se creó una delegación municipal de policía dependiente de la comisaría de Sonoyta, dentro de la jurisdicción del Municipio de Caborca.

Puerto Peñasco fue declarado Comisaría Municipal el 4 de diciembre de 1942 y formalmente Municipio de Caborca y comprendiendo las localidades de Sonoyta, Bahía de Choyas, 21 de Marzo y Cuauthémoc.

 Sonoyta la segunda población del Municipio de Puerto Peñasco, fue un pueblo de misión fundado en 1694 por los misioneros de la compañía de Jesús con el nombre de San Marcelo de Sonoyta.

En este pueblo de misión se avecinó una rama de indígenas Pimas llamados Sodahipuris, y como misión Sonoyta dependía de Guevavia, que actualmente se ubica al otro lado de la frontera en el Estado de Arizona.

 San Luis Río Colorado recibió el título de aduana en 1923, el de Comisaría de policía el 22 de Abril de 1924 y de Municipio al 14 de Junio de 1939.

 El primer Obispado de las Californias fue erigido el 26 de Abril de 1840 por la Bula “Apostolicam Solicitudinem” de S.S. Gregorio XVI, siendo San Diego la Ciudad Episcopal y su primer Obispo Francisco García Diego y Moreno O.F.M. consagrado el 4 de Octubre de 1840 como Obispo de ambas Californias.

 Por el tratado de Guadalupe del 2 de Febrero de 1848, México pierde gran parte de su territorio y más de la mitad del obispado de las Californias, por lo que el Gobierno mexicano, pidió a la Santa Sede, el 12 de Diciembre de 1849 un Obispo con carácter de Vicario Apostólico.

 El Sr. Cura de Hermosillo Don Francisco Escalante y Moreno fue nombrado Vicario capitular, sin llegar a ser preconizado Obispo, por la caída de Santa Anna tras la revolución de Ayutla y la promulgación de las Leyes de Reforma en 1859, quedando las cosas en suspenso hasta que se erigió el primer Vicariato que duró de 1874 a 1895.

En 1895 llegaron al Vicariato los padres Italianos del Seminario de San Pedro y San Pablo para las misiones extranjeras, estando a cargo de la Prefectura el Padre Luis Petinelli.

La revolución de Carranza expulso a los padres Italianos en 1917 del territorio sur y la Providencia Divina los trajo a fundar las primeras parroquias del Norte de Baja California, en Tijuana, Mexicali y Ensenada, iniciándose así el segundo Vicariato que duró hasta 1964.

Desde la expulsión de los padres de la compañía de Jesús en 1767, hasta la llegada de los misioneros del Espíritu Santo en 1939, se extiende un período crítico para la Iglesia en Baja California, habiendo ocasiones en que solamente dos sacerdotes atendían el cuidado espiritual de los fieles, los cuales, debido a esta situación bautizaban privadamente a sus hijos y los matrimonios se administraban ante los testigos, demostrando así la sólida formación que les dieron los Jesuitas.

 La Santa Iglesia confió el Vicariato a los Misioneros del Espíritu Santo por decreto de la Sagrada Congregación de “Propaganda Fide” el 25 de septiembre de 1939.  La Santa Sede desmembró en 1957 la Prefectura Apostólica de la Paz y la confió a los padres Combonianos.

 El 24 de enero de 1964 se ejecuto la Bula “Pro Apostólico Múnere” de S.S. Paulo VI, por la que quedaba erigida la Diócesis de Tijuana y su primer Obispo el Excmo. Sr. Don Alfredo Galindo y Mendoza M. Sp. S.

 El 25 de Julio de 1966 se publica en Roma la Bula llamada “Quien maduramente considere”, que erigía la Diócesis de Mexicali y daba a conocer el nombre del elegido para ser el primer Obispo de Mexicali, Monseñor Manuel Pérez Gil González.

 El 18 de octubre de 1966 en la Santa Iglesia Catedral de nuestra Señora de Guadalupe fue consagrado solemnemente el nuevo Obispo, por los Excmos. Señores Luigi Raimondi, Alfredo Galindo y Mendoza y Carlos Quintero Arce.

 El 9 de Abril de 1984 S.S. Juan Pablo II nombra a Monseñor Manuel Pérez Gil González, como Obispo de la Diócesis de Tlanepantla, Edo. De México y el 16 de Junio de 1966 nombra al entonces Párroco del Señor de la Salud de León Gto. Monseñor José Ulises Macías Salcedo como segundo Obispo de la Diócesis de Mexicali, quien toma posesión de su cargo el 29 de Julio de 1984. El 31 de mayo de 1997, Fue nombrado Obispo de Mexicali  y Consagrado el 17 de septiembre del mismo año Monseñor José Isidro Guerrero Macías, quien continua como obispo de esta Diócesis hasta la fecha.

Visita Pastoral en al Parroquia Santa Isabel, Mexicali.