MARTES – SEMANA XXX DEL TIEMPO ORDINARIO

Diocesis de Mexicali https://diocesisdemexicali.org


(Rom 8, 18-25 / Sal 125 / Lc 13, 18-21)

“…y no sólo ella [la creación entera], sino también nosotros, los que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, anhelando que se realice plenamente nuestra condición de hijos de Dios, la redención de nuestro cuerpo…” ¿será? ¿Qué tanto anhelamos la vida eterna? ¿Que tan fuerte es nuestra esperanza?

Las dos comparaciones que Jesús hace en el Evangelio acerca del Reino de Dios son bien interesantes, las dos hablan de dejarle producir sus frutos, de dejarle ser: la semilla pequeña que genera un arbusto tan grande que hasta los pájaros pueden anidar allí; la levadura que fermenta toda la masa. No se trata de hace mucho sino de dejar que Dios haga mucho en nuestro interior.

En el Salmo escuchamos como quien es consciente de las grandes cosas que Dios ha hecho por Él, debe estar alegre ¿Te da alegría contar con el Señor? ¿Te entusiasma encontrarte con Él? “Porque ya es nuestra la salvación, pero su plenitud es todavía objeto de esperanza…”

Espíritu Santo, desciende sobre cada uno de nosotros, concédenos admirar con mayor claridad la grandeza de nuestra esperanza y cómo ésta supera toda dificultad, ayúdanos a estar firmes en el amor del Señor para vivir con la misma serenidad que el apóstol san Pablo cuando dijo: “Considero que los sufrimientos de esta vida no se pueden comparar con la gloria que un día se manifestará en nosotros”.

(P. JLSS)

0 Comments

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *