(Es 40, 1-11 / Sal 95 / Mt 18, 12-14)
La conversión, es el tema que se nos pedirá profundizar esta semana, pero comprendiéndola cómo lo que es, un cambio profundo de mentalidad y afectos que sucede tras el encuentro con personal con Jesucristo y la aceptación del amor y la gracia de Dios.
Con la Encarnación del Señor se nos ha demostrado que el Padre Celestial no quiere que nos perdamos ninguno de nosotros, que está siempre al pendiente y pone los medios para que nos encontremos con Él ¿Qué tan disponibles estamos para que su amor nos transforme?
Necesitamos profundizar en todo lo que implica la Encarnación y la cercanía que el Señor ha querido demostraros, ya que en Él se cumplen las palabras de Isaías: “como pastor apacentará a su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres…”
Pidamos a nuestro Señor, que nos permita experimentarnos rodeados completamente por su amor, totalmente protegidos, sólo así, dejaremos refugiarnos en falsas seguridades o situaciones que sólo sirven de distractores para el miedo y la desconfianza. Padre, que tu amor nos ayude a interpretar la vida como personas acompañadas, que no parezcamos personas desamparadas.
(P. JLSS)
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