(Ap 14, 1-3. 4-5 / Sal 23 / Lc 21, 1-4)
Escuchar las palabras del salmo: “Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos…” ¿Produce algo en tu interior? ¿Qué tanta confianza tienes en Dios? Contar con Jesús es reconocer que tenemos un rey que cuida y está atento de nosotros.
Notemos cuando al hablar de esa muchedumbre de fieles, esos 144 000 (12, cifra santa que indica plenitud; 1000 es número inmenso, infinito) representan a los “que acompañan al Cordero a dondequiera que va; éstos son los que han sido rescatados de entre los hombres, las primicias para Dios y para el Cordero; en la boca de ellos no hubo mentira y son irreprochables ante Dios.” A los que le son fieles.
Quienes creemos en Jesús se supondría que deberíamos vivir con mayor tranquilidad, porque reconocemos lo que Dios es capaz de hacer por nosotros, deberíamos ser como la viejita que pone todo en sus manos, confiando más en la providencia que en las moneditas. ¿En qué confías más tú?
Padre Santo, te pedimos que nos concedas la verdadera libertad, esa que proviene de tu amor y de tu gracia. Ayúdanos a poner toda nuestra confianza en ti y no darte sobras darte completa libertad en nosotros. Reina tú completamente en nuestro interior, somos conscientes de que quien te tiene a ti nada le falta.
(P. JLSS)
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