(Jl 1, 13-15; 2, 1-2 / Sal 9 / Lc 11, 15-26)

“Ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí…” ¿Te dejas atraer por el amor que se ha manifestado en la pasión del señor? A Él nadie le quitó la vida, él la estaba dio por nosotros y por nuestra libertad. Debemos creérnosla.

Como todo viernes, las lecturas nos invitan a cuestionarnos acerca de nuestra vida de fe y nuestra espiritualidad. “Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa por casa.” ¿Qué tan dividido está tu interior? ¿Cuánta cabida le das en tu interior?

El espacio que le daremos en el Señor en nuestro interior va a depender, en mucho, del reconocimiento y agradecimiento tenido por nuestra redención. También de eso dependerá nuestro gozo por su resurrección. Que el Espíritu Santo nos ayude a comprender sus palabras: «El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.»

Padre, agradecemos todas tus bendiciones, tu providencia y tu misericordia, ayúdanos a valorar tus dones cada vez más, de manera que nada nos paralice, si eres nuestro Padre ¿a qué vamos a tenerle miedo? Que tu amor nos convenza de que sólo en ti debemos buscar refugio.

(P. JLSS)