VIERNES – SEMANA XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Diocesis de Mexicali https://diocesisdemexicali.org


(Nah 2, 1. 3; 3, 1-3. 6-7 / Dt 32 / Mt 16, 24-28)

Volviendo al tema de reconocer la riqueza que implica el contar con el amor de Dios, mucho más para nosotros que hemos conocido el amor que nos tiene por medio de nuestro Señor Jesucristo (1Jn 4, 16-18) por eso hay que procurar responder en nuestra meditación de este día es a la pregunta: ¿vivo como una persona que se sabe amada por Dios o desconfío del amor que me tiene?

Nuestra vida debemos vivirla con la certeza de lo que Dios ha hecho por nosotros, de lo que hace y su compañía, y la seguridad de que en el futuro está Él en el horizonte. “Ya viene por el monte el mensajero de buenas noticias, que anuncia la paz”. Vivir con aquella tranquilidad que decía Pedro Arrupe: «Para el presente, amén; para el futuro, aleluya».

Jesús en el Evangelio nos invita a una actitud semejante cuando nos dice: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará”. Seguir a Jesús no implica una vida ausente de situaciones difíciles o incomprensibles, seguirle es vivir con la tranquilidad de que el Padre jamás nos abandona y contamos con él.

Por eso este día pidámosle a Dios que nos ayude a reconocer la grandeza de su amor y de su obra redentora, para no andar viviendo tristes como los que no tienen esperanza (cf. 1Tes 4, 13-14), nosotros sabemos que ni matándonos nos vencen unidos a Jesús. Que nunca se nos olviden las palabras de Jesús: “Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos…” para perseverar en el bien, antes que rendirnos por cualquier cosa.

(P. JLSS)

0 Comments

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *