SÁBADO – SEMANA III DEL TIEMPO ORDINARIO

Diocesis de Mexicali https://diocesisdemexicali.org


(2Sam 12, 1-7. 10-17 / Sal 50 / Mc 4, 35-41)

Escuchamos en la aclamación, uno de los versículos del Evangelio de Juan que más han sido difundidos: “Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna” (Jn 3, 16), pero a mí me gusta difundirlo junto al siguiente, «porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él» (Jn 3, 17).

Muchas veces, son nuestros miedos y nuestros prejuicios los que nos hacen ignorar esa segunda parte; si Dios envió a su Hijo al mundo es porque quiere que tú y yo nos sepamos amados, nos abandonemos a su amor y que vivamos reconociendo la grandeza del mismo. Que se nos note.

De una u otra manera Dios siempre nos hará responsables de nuestras acciones, por más que queramos huir de ellas, eso nos ha quedado claro con la lectura del libro de Samuel, en la que escuchamos cómo el Señor manda confronta a David de su injusticia con la historia del rico que se aprovecha del pobre y su ovejita.

Padre bueno, movidos por el Espíritu Santo, te pedimos que nos hagas más dóciles a tu amor y que nos dejemos impulsar por el mismo para actuar cada vez más como tus hijos y no como personas temerosas. “Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu”.

(P. JLSS)

0 Comments

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *