DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO

Diocesis de Mexicali https://diocesisdemexicali.org


(Dt 6, 2-6 / Sal 17 / Hb 7, 23-28 / Mc 12,28-34)

El domingo pasado aprendíamos de Bartimeo a no distraernos en nuestro objetivo de acercarnos a Jesús y buscar en Él todo lo que necesitamos; esta semana se nos recuerda aquello que cómo discípulos de Cristo debemos procurar tener presente y cumplir siempre: el amor.

Cuando a Jesús se le pregunta sobre el primer mandamiento de la ley, Él da dos; el primero, es el amor a Dios sobre todas las cosas; y el segundo, que no se le estaba preguntando pero Él quiso darlo: amar al prójimo como a uno mismo (Cf. Lv 19, 18), se trata de corresponder al amor y de respetar aquello que Dios ama.

Este domingo somos invitados a reconocer, una vez más, el inmenso amor que Dios nos tiene, vivir con la tranquilidad y serenidad de ser amados, del mismo modo como escuchamos en el Salmo: “Yo te amo. Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera. Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo…”

Padre Santo, te rogamos que nos concedas comprender cada vez más lo que implica contar con el Señor en tu presencia, porque “Jesucristo tiene un sacerdocio eterno, porque él permanece para siempre. De ahí que sea capaz de salvar, para siempre, a los que por su medio se acercan a Dios, ya que vive eternamente para interceder por nosotros”. Y si contamos con tal intercesor ¿a quién vamos a tenerle miedo?

(P. JLSS)

0 Comments

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *