DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO

Diocesis de Mexicali https://diocesisdemexicali.org


(Is 62, 1-5 / Sal 96 / 1Cor 12, 4-11 / Jn 2, 1-11)

La semana pasada comenzábamos el tiempo ordinario con la fiesta del Bautismo del Señor y recordábamos cómo por medio del Sacramento del Bautismo Dios nos otorga la Salvación, «nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo…» uniéndonos de una manera asombrosa a Dios, insertándonos en el amor de Cristo.

En la primera lectura hemos escuchado a un Isaías que no cabe en sí del gozo de la Salvación, lo rebasa, dice que por el amor no se callará ni descansará “hasta que surja en ella esplendoroso el justo y brille su salvación como una antorcha”, no se atreve ni a dar un adjetivo, “te llamarán con un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor…” por el Bautismo somos hijos adoptivos de Dios ¿no te emociona esto?

En la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, “hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común”. Debemos aceptar nuestro lugar y hacer lo que nos corresponde, Dios ya ha hecho de más por nosotros ¿estamos correspondiendo a su amor?

Al igual que en las bodas de Caná, María intercede por nosotros y acerca todas nuestras necesidades a su hijo, dejémosle actuar, Él quiere devolver la alegría a nuestras vidas, dejemos que se acerque y transforme con su amor nuestra existencia y le devuelva el sabor a todo aquello que se haya vuelto insípido por el desánimo, la incomprensión o la tristeza.

(P. JLSS)

0 Comments

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *