Semana Santa en mexicali 2021

MIÉRCOLES – SEMANA XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO

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Fiesta de los santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
(Dn 7, 9-10. 13-14 / Sal 137 / Jn 1, 47-51)

«La existencia de seres espirituales, no corporales, que la sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición» (CCE 328). Creer en ellos implica el reconocimiento de que Dios se comunica con nosotros y de que siempre está al pendiente de nosotros.

Hablar de arcángeles, es hablar de aquellos que seres a los que se les dio algún mensaje particular, Rafael (Medicina de Dios, Tob 5-11); Gabriel (hombre de Dios, Dios se ha mostrado fuerte, anuncia la Encarnación. Lc 1, 6 ss.); Miguel (¿quién cómo Dios?; Dn 10, 13) quien según la Tradición Cristiana es quien Pelea contra Satanás; Rescata las almas de los fieles del poder del enemigo, especialmente a la hora de la muerte; es el campeón del pueblo de Dios; y Llama de la tierra y trae a las almas de los hombres a juicio. (Cf. El Pastor de Hermas, III, Simil. 7, 3).

Hemos escuchado en el Evangelio a Jesús decir, “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre” esta profecía tiene relación con el pasaje de escalera de Jacob (cf. Gn 28, 12-13) sólo que en lugar de la referencia a un lugar (Betel), lo hace hacia su persona, Emmanuel, el mediador entre Dios y nosotros (1Tim 2, 5).

Pidámosle a Dios que aumente nuestra fe en el auxilio de Los Ángeles, que esta fiesta nos recuerde que Dios siempre pondrá los medios para hacernos experimentar su cercanía. Hoy pidamos a que nos acompañe para no desanimarnos y perseverar En nuestra vida de fe. San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

(P. JLSS)

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