(Sab 13, 1-9 / Sal 18 / Lc 17, 26-37)

La frase que el Señor utiliza en este fragmento del Evangelio: “Donde hay un cadáver, se juntan los buitres”, es un proverbio con el cual busca Jesús hacernos ver que su venida será allí donde esté determinado por el plan de Dios, dónde nos encuentre no es lo importante sino que lo que sí debe importarnos es estar preparados.

Quiénes confiamos en Jesucristo y queremos serle fieles, debemos esforzarnos por dejar que su amor nos transforme y nos vaya configurando con él, toda persona que es amada comienza a parecerse a su amado ¿nuestra fe en Jesucristo se nos nota? ¿De qué manera?

Se supondría que deberíamos vivir con la serenidad de contar con él, aguardando su regreso confiados porque sabemos que nos recompensará todo nuestro esfuerzo por permanecer fieles, de allí sus palabras ante su regreso: “Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación…”

Pidamos a nuestro Padre Celestial que aumente nuestra fe, para que nuestro interés sea vivir como él desea, porque “reflexionando sobre la grandeza y hermosura de las creaturas se puede llegar a contemplar a su creador” cuanto más cuando contemplamos nuestra redención en Jesucristo nuestro Señor. Que se nos note que creemos por nuestra manera de vivir.

(P. JLSS)