Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
(Dn 7, 9-10. 13-14 / Sal 137 / Jn 1, 47-51)

La profecía que el Señor hace en el Evangelio alude, literaria y conceptualmente, a la visión de la escala de Jacob, relatada en Génesis (Cf. Gn 28, 10-22). Donde el movimiento de los angeles significa la comunicación de Dios con los hombres, pero con su venida al mundo la comunicación de Dios se hará a través de Él. “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.”

Cuando hablamos de arcángeles, nos referimos a aquellos ángeles que tuvieron el honor de dar un mensaje particular: Rafael (Medicina de Dios, Tob 5-11); Gabriel (hombre de Dios, Dios se ha mostrado fuerte, anuncia la Encarnación. Lc 1, 6 ss.); Miguel (¿quién cómo Dios?; Dn 10, 13) quien según la Tradición cristiana es quien pelea contra Satanás (cf. Ap 12, 7-10).

Cuando Natanael conoce al Señor o más bien, cuando Natanael se descubre conocido por el Señor, se abre al diálogo con él y le escucha ¿nos reconocemos conocidos por el Señor? ¿Estamos dispuestos a escucharle? Dios nos llama porque nos ama y sabe lo que necesitamos, no porque no nos conozca, aceptemos el llamado que nos hace a estar junto a él.

Si los ángeles nos comunican mensajes de Dios, los arcángeles tienen misiones particularmente especiales, nos debe emocionar tremendamente contar con nuestro Señor Jesucristo porque él es el único mediador entre Dios y nosotros (Cf. 1Tim 2, 5) para que nosotros también enviemos su mensaje a los demás (Cf. 2Cor 5, 18-21).

(P. JLSS)