(Neh 2, 1-8 / Sal 136 / Lc 9, 57-62)
“Todo lo considero una pérdida y lo tengo por basura, para ganar a Cristo y vivir unido a él…” esta como muchas de las frases de san Pablo nos dejan entrever el enamoramiento que tenía con el Señor, cómo fue capaz de reconocer la magnitud de su misericordia y no dejó de compartir esta experiencia y anhelar el encuentro con él.
Sólo quien es capaz de reconocer esto (la magnitud de su amor y su inmensa misericordia) en su vida podrá seguirle con libertad y total valentía. Nehemías por valorar a Dios se atreve a rebasar algunos protocolos y rebasar algunos límites por el bien superior ¿que tanto valoras la acción de Dios en tu vida? Analiza tu manera de responderle.
En el Evangelio escuchamos tres ejemplos de personas entusiastas que quisieron seguir al Señor por mera emoción al parecer, pero que al descubrir las exigencias se desanimaban, estaban fundamentados en la emoción no en la convicción. “¡Que se me pegue al paladar la lengua, Jerusalén, si no te recordara, o si, fuera de ti, alguna otra alegría yo buscara!”
Padre Santo, que tú espíritu nos invada de tal manera que experimentemos tu amor y nazca en nosotros el deseo de experimentarlo cada vez más y esto impulse nuestro perseverar, queremos ser cristianos de convicción no de mera emoción. Queremos servirte por corresponder a tu amor, porque te lo mereces no sólo porque costumbre.
(P. JLSS)
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