(Os 2, 16. 17-18. 22-22 / Sal 144 / Mt 9, 18-26)
El tema a meditar este día es la confianza. “El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas”. ¿Qué tanto crees estas palabras? ¿Reconoces su bondad y confianza en tu vida?
En el Evangelio de este día escuchamos cómo dos personas se acercan a Jesús con mucha confianza en su poder: uno acepta que el Señor puede hacer algo con su hija: “Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a imponerle las manos y volverá a vivir…”; y la mujer enferma confía en que él es más poderoso que su enfermedad.
La profecía de Oseas, Jesús la ha cumplido completamente en su obra redentora, en ella encontramos el ofrecimiento a estar a su lado, dependerá de nosotros: “Nos uniremos en la justicia y la rectitud, en el amor constante y la ternura; yo te desposaré en la fidelidad y entonces tú conocerás al Señor.”
Al igual que el Jefe de la sinagoga y la mujer enferma, tú y yo nos debemos acercar a Jesús con plena confianza, abandonándonos en su amor y a su gracia. “Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio.” Aceptemos la vida con abundancia que él nos ofrece.
(P. JLSS)
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