19 de diciembre
(Jue 13, 2-7. 24-25 / Sal 70 / Lc 1, 5-25)
Hoy invocamos al Señor bajo el título mesiánico de retoño de Jesé (cf. Is 11, 1-9) y que tiene cumplimiento en Cristo, por ello le decimos: “Retoño de Jesé, que brotaste como señal para los pueblos, ven a librarnos y no te tardes.” Tú que pudiste brotar de de algo aparentemente seco, da vida a todo lo que en nosotros parece reseco.
En ambas lecturas escuchamos la historia de dos mujeres estériles que tras la acción de Dios y su disposición para aceptar su voluntad, pasaron de la esterilidad a la maternidad. Dios puede lograr que aquello que consideramos muerto vuelva a tener vida en nosotros, sólo necesitamos disposición para dejar a Dios actuar y que nos renueve.
Zacarías por su parte, fue reprendido por dudar de la posibilidad de que su esposa fuera a ser mamá, se dejó distraer por la esterilidad, se olvidó de que no hay nada imposible para Dios. ¿Existe alguna situación que te esté manteniendo distraido(a) y éste haciendo que te olvides de la omnipotencia divina?
Padre Bueno te pedimos que mandes a nosotros tu espíritu para esperar la llegada de Jesús confiando en tu poder, que no nos distraer por nada, tu eres poderoso y puedes sacar vida de todo aquello que pareciera estar muerto en nosotros. Danos esa confianza.
(P. JLSS)
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