(Jos 3, 7-10. 11. 13-17 / Sal 113 / Mt 18, 21-19, 1)

Después de la reflexión del día de ayer acerca del perdón que fundamentábamos en las palabras de San Pablo a los Corintios: “Dios reconcilió al mundo consigo por medio de Cristo, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación…” (2 Cor 5, 19), quizá en más de uno surgió la misma interrogante que a Pedro hoy ¿cuántas veces debemos perdonar?

Pedro le pregunta al Señor si debe perdonar «hasta siete veces» (número muchas veces simbólico para designar lo universal. Cf. Gn 4, 24), lo que Pedro pregunta es si debe perdonar siempre, por ello Jesús se lo confirma diciéndole: “No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete.” Y continúa con la parábola sobre el perdón.

En esta parábola se responde otra interrogante que podría surgirnos ¿en donde fundamentar esa exigencia de perdón? La respuesta que da el Señor con la parábola es esta: en el perdón que el Padre celestial a tenido contigo. Entonces si se te está dificultando perdonar quizá te esté faltando reconocer la misericordia de Dios.

Espíritu Santo concédenos el don de la humildad de reconocer nuestras limitaciones y como nos amas a pesar de ellas, como nos has perdonado aún en medio de ellas y nos das tu amor para que cambiemos en personas que se saben amadas y liberadas por ti. Solamente una que se sabe liberada no anda juzgando de más a los demás.

(P. JLSS)