DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO

Diocesis de Mexicali https://diocesisdemexicali.org


(Jer 38, 4-6. 8-10 / Sal 39 / Hb 12, 1-4 / Lc 12, 49-53)

Hace dos semanas se nos invitaba a “aspirar a los bienes de arriba…, la semana pasada, la invitación fue a identificar cuáles son aquellos «tesoros» que hemos ido acumulando y que no nos dejan entregarle nuestro corazón completamente a Dios. Hoy la palabra nos invita a dejar todo eso de lado y confiar en Dios.

Quienes creemos en Jesús debemos tener claro qué él es nuestra mayor riqueza, por ello el autor de la Carta a los Hebreos nos invita a meditar “en el ejemplo de aquel que quiso sufrir tanta oposición de parte de los pecadores, y no se cansen ni pierdan el ánimo, porque todavía no han llegado a derramar su sangre en la lucha contra el pecado…”, como si lo habían hecho varios miembros de la comunidad (cf. Hb 10, 32-35; 13, 7)

Somos discípulos de Cristo, por tanto, “dejemos todo lo que nos estorba; librémonos del pecado que nos ata, para correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante, fija la mirada en Jesús, autor y consumador de nuestra fe”. El ya nos ha librado de toda opresión, de todo «charco cenagoso», de toda «fosa mortal», escuchemos su voz más que a cualquier otra cosa.

Tengamos presente a Dios, fijemos nuestra mirada en él, él nos ha liberado de la esclavitud; la fe en Jesucristo debe nos trae la paz y la serenidad ante las dificultades, también debe impulsarnos a la perseverancia: “He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega!” Que Dios madure nuestra fe para que en los momentos de prueba dejemos que lo único que nos encienda sea el Espíritu Santo.

(P. JLSS)

0 Comments

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *