(1Jn 2, 22-28 / Sal 97 / Jn 1, 19-28)
Siempre me ha impresionado la claridad que Juan Bautista tenía de la misión que Dios le había dado, tenía bien claro que no era el Mesías, simplemente afirma “Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Enderecen el camino del Señor’, como anunció el profeta Isaias”. ¿Le has preguntado a Dios qué quiere de ti? ¿Tendrás la disposición para responderle?
Este mundo fuera bien distinto si cada uno de nosotros nos dedicáramos a hacer únicamente lo que nos corresponde, no querer hacer lo que le toca a los demás y ser capaces de dejar en manos de Dios lo demás. Se trata de confiar más en Dios.
El apóstol san Juan nos exhorta precisamente a tener una fe firme y a confiar más en Dios, “¿Quién es el mentiroso, sino aquel que niega que Jesús es Cristo? Ese es el anticristo, porque niega al Padre y al Hijo.” Con tu manera de interpretar las cosas ¿manifiesta fe o desconfianza?
Padre concédenos, por la fuerza del Espíritu Santo, que en este año que comienza poner toda nuestra seguridad en ti, vivir tranquilos cumpliendo con aquello que nos corresponde y dejar todo en tus manos confiados en tu misericordia y en tu gracia.
(P. JLSS)
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