(Col 1, 21-23 / Sal 53 / Lc 6, 1-5)
“Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí…” Jesucristo nuestro Señor es el rumbo que tenemos que seguir, la verdad que debemos buscar y el único que nos da vida en abundancia, él quita la monotonía de nuestras vidas, por ello se hace necesario de nuevo que nos respondamos quién es él para nosotros.
Respondes esto se hace importante cuando aceptamos que nuestras malas acciones alejaban nuestros corazones y nuestras de Dios, “pero él los ha reconciliado ahora consigo por medio de la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo mortal, para hacerlos santos, puros e irreprochables a sus ojos.” Y vivir de acuerdo a la libertad que esto nos trajo.
Pero Pablo continúa recordando que «es necesario que permanezcamos firmemente cimentados en la fe y no nos dejemos apartar de la esperanza que nos dio el Evangelio que hemos escuchado. el cual ha sido predicado en todas partes y a cuyo servicio él, ha sido destinado». ¿Te gozas en la esperanza? ¿Qué significa la esperanza en tu vida? ¿Gozas lo que ello implica?
Señor Jesús ayúdanos a descubrir con toda certeza que tú tienes poder sobre todas nuestras dificultades, que tú nos puedes liberar de todo aquello que nos atormenta, creemos Señor pero tú danos la fe que nos falta (Cf. Mc 9, 24). Que nunca se nos olvide: “El Hijo del hombre también es dueño del sábado.”
(P. JLSS)
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