(Flp 2, 5-11 / Sal 21 / Lc 14, 15-24)
Qué tanta disposición tienes para responder a la invitación de Jesús: “Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio…” ¿qué podría limitar tu acercamiento? Para poder amar alivio prójimo debemos como él ya nos ha amado.
Solo reconociendo su misericordia para con nosotros es que seremos capaces de ser misericordiosos con los demás. Pablo exhorta a la comunidad a «tener los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús, el cual, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres.» nos concierto Valiosos como para dar su vida por nodotros.
En el Evangelio el Señor pone el ejemplo de la boda y los invitados a la misma que rechazan la invitación por diversas ocupaciones, pero aquellos “no invitados” les llegó la oportunidad de acercarse al Señor y no la rechazaron. Dios nos ama, dependerá de nosotros la respuesta que le demos.
Padre te pedimos que nos ayudes a aceptar tu voluntad y procurar ser fieles ante ella conscientes de tu inmenso amor y que nuestra confianza esté puesta en ti que siempre buscas que no nos sintamos solos con la carga, sino que estás dispuesto a cargar junto a nosotros. Que nunca rechacemos tu ayuda y prefiramos obedecerte a ti antes que a los miedos, tal y como lo hizo nuestro Señor Jesucristo.
(P. JLSS)
0 Comments