La historia de Sodoma, la huida de Lot y su familia me recuerdan una frase de Jesús: «quien toma el arado y mira para atrás no es apto para el reino de Dios» ¿por qué razón? Porque la única instrucción que se les dio a estos personajes es no voltear, que les importara dejarse conducir por Dios.

Así a ti y a mí tras habernos encontrado con Jesús, se nos pide sólo eso: no voltear para atrás, no dejar que el temor o la incomprensión de los acontecimientos nos lleven a buscar refugios pasados que lo único que pueden hacer de nosotros es paralizarnos, como la mujer que se hizo una estatua.

Tú y yo sabemos que Jesús está de nuestro lado y nos acompaña, también sabemos que se presentarán acontecimientos difíciles, tormentas y tempestades, no debemos permitir que éstas nublen nuestra certeza de contar con el Señor, los discípulos del Evangelio permitieron que el miedo los dominara por ello se les llama la atención.

No nos desesperemos como los que no tienen fe, aguardemos que el Señor actúe, dejémonos sorprender por él, en el Evangelio se nos cuenta que después de reprochar la poca fe de los discípulos: “Entonces se levantó, dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.” Pongamos nuestras necesidades en sus manos y esperemos la llegada de la paz que él da.

(P. JLSS)