(Ez 1. 2-5. 24-28 / Sal 148 / Mt 17, 22-27)
Oír y escuchar son dos cosas distintas, oír es percibir sonidos con el oído, escuchar es prestar atención a lo que se oye. Cuando Jesús anuncia su pasión “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar.” En estas palabras los discípulos prestaron mayor atención a la muerte que a la resurrección.
¿Tienes capacidad de reconocer la grandeza de contar con el Señor en los momentos difíciles antes que prestarle atención únicamente a tus criterios? Los apóstoles prestaron atención a otras cosas antes que en el poder del Señor, nosotros decimos conocer su poder ¿se nos nota esa confianza?
El profeta Ezequiel nos cuenta cómo desde su encuentro con la gloria de Dios «cayó rostro en tierra», en otras palabras reconoció la grandeza de Dios en es éxtasis que vivió, nosotros también estamos llamados a reconocer la grandeza de Dios en la persona de Jesucristo.
Debemos pedir a nuestro Padre Celestial que fortalezca nuestra fe, para que se acreciente nuestra confianza en su cuidado, contar con Jesús es estar de lado de quien tiene el poder para ayudarnos en todas nuestras necesidades. “Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.”
(P. JLSS)
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