Fiesta de San Lucas, Evangelista
(2Tim 4, 9-17b / Sal 144 / Lc 10, 1-9)

Hoy conmemoramos a San Lucas, el autor del tercer Evangelio y del libro de los Hechos de los Apóstoles, compañero de san Pablo en su última prisión, como testimonia este fragmento de la carta a Timoteo, donde dice que el único que lo acompaña es este Evangelista, que era médico (cf. Col 4, 14).

Lucas es testigo de la predicación de Pablo, podríamos decir que en su evangelio nos transmite, además de la predicación del Apóstol, la experiencia de Misericordia que vivió. Lo podemos reconocer por los temas a los que pone atención: la mansedumbre y misericordia de Jesús, la predilección por los pobres, pecadores, mujeres, débiles, paganos. El llamado de todos a la Salvación, no solo para algunos privilegiados sino para todos.

Este Evangelista nos recuerda que Jesús nos llama a todos para estar cerca de él, pero también nos llama a ser nosotros también medios para que los otros se encuentren con él, misión que en su Evangelio no solo es dada a los Doce, sino a setenta y dos discípulos más… a todos nos dice en nuestra realidad concreta: “Yo los he elegido del mundo, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca”.

Pidámosle a Dios no entretenernos tanto en las cosas negativas, sino en su llamado en su amor y que nos preocupe más vivir como amados por él. Es bien interesante que Pablo después de hacer lista de todas las advertencias a Timoteo diga: «Dios dará su merecido», y es capaz de reconocer en su juicio que “el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos.” No juzguemos tan duro la realidad y aguardemos Dios logrará con nuestra perseverancia abundantes frutos. San Lucas, ruega por nosotros.

(P. JLSS)