(Am 9, 11-15 / Sal 84 / Mt 9, 14-17)

“Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen…” con estas palabras nos preparamos a la escucha del Evangelio de este día, después de escuchar el día de ayer el llamado de Leví y reconocer que el Señor nos llama siempre a seguirle.

Hay que revisar nuestra relación con Jesús y estar siempre dispuestos a ser más amados, “nadie echa el vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rasgan, se tira el vino y se echan a perder los odres. El vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan” el Señor quiere venir a nosotros ¿estamos dispuestos a cambiar por su amor?

Pidamos al Señor que nos de la capacidad de aceptar aquello que debemos cambiar para que el transforme nuestras vidas, reconozcamos aquello que ha alejado de Dios y confiemos en su misericordia, en Jesucristo se han cumplido las palabras del profeta Amós, ya vivimos en esos días en que está disponible para nosotros la gracia, no nos aferremos al miedo.

Que Dios nos conceda mayor confianza en su palabra y nos dirijamos a Él confiados en que busca nuestro bien, él no nos da lo que creemos merecer sino lo que necesitamos ¿tienes claridad en que es aquello que necesitas? Pídele al Señor que renueve tu corazón para resistir el vino nuevo del Evangelio.

(P. JLSS)