En el primer capítulo del Evangelio de San Lucas (Lc 1,26-57), el Arcángel Gabriel le anuncia a la Santísima Virgen María dos grandes acontecimientos: que ella iba a concebir al “Hijo del Altísimo” y que su anciana prima Isabel ya estaba en su sexto mes de embarazo. Aunque recién embarazada de Jesús, María viaja “sin demora” de Nazaret a Judea para ayudar a su parienta en los últimos meses antes del parto. Después de que nació el hijo de Isabel y Zacarías, Juan el Bautista, María regresó a Nazaret. La Iglesia celebra la Fiesta de la Visitación todos los años el 31 de mayo.
¿Quién es Isabel para María, la Madre de Jesús?
San Lucas nos indica que Isabel era pariente (syngenis) de María. Algunos escritores de los primeros siglos pensaban que eran primas, de madres hermanas, pero la Escritura no nos da ese detalle. Isabel, como su esposo, pertenecía a una familia sacerdotal (Lc 1,5). Eso indica que María también era “descendiente de Aarón”. Sea cual fuere el grado de parentesco, la cercanía en la relación se manifiesta en la familiaridad que muestran ambas mujeres entre sí.
¿Cuántos meses de embarazo tenia Isabel cuando María la visitó?
En palabras del ángel Gabriel, Isabel estaba de seis meses de embarazo.
¿Por qué permaneció María tres meses con Isabel?
María se quedó con Isabel para ayudarla en el último trimestre del embarazo y seguramente durante el parto. Al ser Isabel una mujer ya entrada en años, ese último tiempo y el parto habrán sido especialmente difíciles para ella (otro milagro).
¿Qué fue lo primero que dijo Isabel al ver llegar a María?
En Lucas 1,42-45, leemos que Isabel exclamó:
“Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!”
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