¿Con cuánta confianza te acercas a Jesús? En el Evangelio escuchamos a dos personajes que nos pueden enseñar mucho acerca de ello. En primer lugar, el jefe de la sinagoga, cuya hija ya había muerto pero sabía que si el Señor iba su hija se levantaría. Por otro la mujer que sabía que sólo tocando el manto de Jesús se curaría.

¿Tendremos la misma confianza que estas personas? ¿Nuestras oraciones van cargadas de fe en el poder de Dios? La buena noticia es que “Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio.” Él tiene poder, si el lugar donde durmió Jacob es Betel (casa de Dios) Jesucristo con mayor razón (Cf. Jn 1, 47-51).

Acerquémonos a Jesús con plena confianza en su poder, no pongamos límite a su poder, dejémoslo actuar con libertad y no dejemos que nada nos haga dudar de Él ni aquellos que se burlen de nosotros. En el Evangelio escuchamos que se burlaban de Jesús también, eso siempre va a haber pero nuestra fe debe ser más fuerte que esas burlas.

Padre Santo aumenta nuestra fe, creemos pero reconocemos que nos hace falta que por medio del Espíritu Santo, fortalezcas en nosotros este don tuyo. Danos tu la fe que nos falta. Señor, no somos dignos de que vengas a nosotros pero di una palabra y eso bastará para sanarnos.

(P. JLSS)