(1Mac 4, 36-37. 52-59 / 1Cro 29 / Lc 19, 45-48)

La importancia del templo como lugar de encuentro con Dios es la temática en la que se desarrolla la palabra de este día, tanto en la primera lectura como en el Evangelio, la primera vemos como el pueblo quiso volver a tener este lugar, como le extrañaba, en el Evangelio el Señor echa en cara no estar usándolo para lo que es.

“Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones…” ya desde los tiempos de Jesús el templo era utilizado para muchas cosas que no vienen al caso describir, lo que sí es importante es reflexionar para qué acudimos nosotros al mismo ¿por mera costumbre o por ir a un lugar especial de encuentro?

En el Evangelio escuchamos como en el Templo el Señor enseñaba y otros solamente le acechaban ¿escuchamos las palabras del Señor como un mensaje dirigido a cada uno de nosotros o sólo le oímos? Acerquémonos al Señor con confianza, procuremos aprovechar los lugares destinados para el culto a fin de encontrarnos en mayor intimidad con Él.

Padre ayúdanos a manifestarnos como discípulos de tu Hijo, poner interés en su palabra y en vivir de acuerdo a sus enseñanzas. Él enseñó que «sus ovejas escuchan mi voz, que él nos conozco y nosotros le seguimos» haz Señor que se nos note que somos discípulos de tu Hijo y que confiamos en tu cuidado paternal. Sólo los descuidados acechan.

(P. JLSS)