(Hch 12, 1-11 / Sal 34 / 2Tim 4, 6-8. 17-18 / Mt 16, 13-19)
“Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.” Con estas palabras del Salmo bien podría resumirse esta Solemnidad, por un lado está lo que Dios obró en ellos como personas y por el otro, lo que a través de ellos hizo por la Iglesia.
En ambos hombres la misericordia del Señor no quedó infecunda, la vivieron y experimentaron de tal manera que dóciles a ella que de una manera extraordinaria han dejado huella en el mundo: Pedro es el primero en confesar la fe y Pablo el maestro que la anunció con toda claridad. Trayendo con su docilidad gran testimonio.
A través de sus vidas podemos reconocer como Dios, que siempre está al pendiente de nosotros, pondrá todos los medios para que su voluntad se cumpla, de nosotros dependerá esto ¿somos dóciles a la voluntad de Dios? ¿Permitimos que Dios actúe con libertad en nosotros?
San Pedro la iglesia primitiva con el pueblo de Israel y san Pablo la extendió entre los paganos llamados a la fe, tanto si te consideras muy religioso o muy alejado Jesucristo quiere llegar a tu vida, solo hace falta que lo aceptes. Que la intercesión y el ejemplo de ambos nos conduzcan al amor del Padre misericordioso. San Pedro y san Pablo, rueguen por nosotros.
(P. JLSS)
0 Comments