(Dn 5, 1-6. 13-14. 16-17. 23-28 / Dn 3 / Lc 21, 12-19)

La fidelidad al Señor en la dificultad será un testimonio extraordinario de nuestra fe, ya que implica la manifestación de que nuestra fe no es algo meramente teórico sino real por eso preguntémonos nuevamente en qué tenemos puesta nuestra confianza, si no es en Dios en qué y por qué.

Jesús en el Evangelio exhorta a mirar siempre hacia Dios, ver más allá y no ser impulsivos, vivir el presente confiados en su cuidado y providencia: no distraernos ni en la persecución ni en cuál sería nuestra mejor defensa ni siquiera en las personas que nos persigan, sino prestar atención en que Dios cuida de nosotros. “Ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida.”

¿Que significarían para nosotros las palabras que se escribieron en la pared del rey Baltasar (Contado, Pesado, Dividido)? La interpretación que se le dio al rey fue la siguiente: ’Contado’: Dios ha contado los días de tu reinado y les ha puesto límite. ‘Pesado’: Dios te ha pesado en la balanza y te falta peso. ‘Dividido’: Tu reino se ha dividido y se lo entregarán a los medos y a los persas. ¿Cómo lo traducirías en tu vida?

Padre Santo confiamos en la protección, pero reconocemos también que necesitamos que nos des tú la fe que nos falta para ser capaces de perseverar aun en medio de tantas circunstancias que dificultan nuestra interpretación de la realidad y que nuestro Señor Jesucristo sea el único faro que nos guíe en medio de tanta oscuridad.

(P. JLSS)