(1Cor 3, 9-11. 16-17 / Sal 45 / Jn 2, 13-22)

Hoy celebramos la dedicación de la Basílica de Letrán, construida hacia el año 320 por el emperador Constantino, es la Catedral del Papa. Este día no sólo celebramos la consagración de un templo sino que recordamos el ministerio del Santo Padre y somos invitados a rezar por el para que el Señor le auxilie en su misión de apacentar a las ovejas (cf. Jn 21, 15-17) que como sucesor de san Pedro tiene.

En el n. 11 del Decreto «Christus Dominus» del Concilio Vaticano II leemos que: “La diócesis es una porción del Pueblo de Dios que se confía a un Obispo para que la apaciente con la cooperación del presbiterio, de forma que unida a su pastor y reunida por él en el Espíritu Santo por el Evangelio y la Eucaristía, constituye una Iglesia particular, en la que verdaderamente está y obra la Iglesia de Cristo, que es Una, Santa, Católica y Apostólica”. Cuyo signo visible el Colegio Episcopal.

Cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad como miembros del Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia (cf. 1Cor 12, 12-27), San Pablo nos dice “Yo, por mi parte, correspondiendo al don que Dios me ha concedido, como un buen arquitecto, he puesto los cimientos; pero es otro quien construye sobre ellos. Que cada uno se fije cómo va construyendo.” Y nos invita a hacer lo mismo ¿tienes claro qué te pide Dios hacer por la Iglesia? ¿Te has dejado distraer por los demás? ¿Vas construyendo comunidad?

Padre Santo ayúdanos a reconoce tu permanente auxilio a través de los signos visibles que nos das a través de la Iglesia y su Magisterio, que no se nos olvide rezar por los Sucesores de los Apóstoles, pero hoy te pedimos especialmente por nuestro Sumo Pontífice el Papa Francisco, para que nunca atentemos contra su autoridad, conscientes de que esto sería atentar contra la Unidad deseada por el Señor. (Cf. Jn 17, 20-23)

(P. JLSS)