Santísimo nombre de Jesús
(1Jn 2, 29-3, 6 / Sal 97 / Jn 1, 29-34)

Cada tres de enero se nos invita a reflexionar en el Santísimo nombre de Jesús, esta devoción se lleva a cabo este día siguiendo el pasaje del Evangelio de san Lucas que dice: “Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel, antes de que el niño fuera concebido…” (Lc 2, 21; cf. Lv 12, 3).

«En Israel, como en los pueblos primitivos, el nombre expresa la realidad profunda del ser que lo lleva, y revela su misión en el mundo… Nombrar una cosa o persona es conocer su naturaleza y tener poder sobre ella» Dios es quien da el nombre de Jesús a través del ángel, nombre que significa: YHWH salva. Jesús cumple completamente el significado de su nombre, no hay ningún otro nombre por el que podamos salvarnos (cf. Hch 4, 12)

Jesús es nuestro salvador, quien Juan presentó diciendo “Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo” ¿acudimos a él cuando le necesitamos? ¿Le invocamos cuando nos sentimos en peligro? “Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. A todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.” desde su encarnación y por nuestra fe en su poder podemos acudir al Padre llenos de confianza.

Concédenos Padre Celestial acrecentar nuestra confianza en tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor, para no andar gritando auxilio a otros nombres más que al de Jesús. “Todo el que permanece en Dios, no peca. Todo el que vive pecando, es como si no hubiera visto ni conocido a Dios.”

(P. JLSS)