(Is 52, 7-10 / Sal 97 / Hb 1, 1-6 / Jn 1, 1-18)

¿Qué significa para ti decir «feliz navidad»? ¿Qué es lo que deseas cuando lo dices? Decir «¡Feliz Navidad!» debe significar el deseo de que la conmemoración anual de la Encarnación del Señor llene de bendiciones y paz a la persona que se lo decimos, pero esto no puede ser un mero saludo más ¿que significa para ti que hoy sea navidad?

Cuando escuchas las palabras del prólogo del Evangelio de San Juan: “La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron…” ¿te consideras de aquellos que están dispuestos a recibirle? “Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios.”

Cristo habitó en nosotros, al encarnarse ha hecho que la humanidad se transforme completamente, Juan dice: “De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo.” A Dios nadie lo hemos visto pero en Jesucristo nos ha quedado manifestado a la perfección.

“En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, que son los últimos, nos ha hablado por medio de su Hijo.” ¿Queremos reconocer con mayor intensidad lo que es la navidad? Pidámosle a Dios llevar a nuestras casas a Jesús, ese bebé que hoy adoramos es el mismo que años después se entregará y resucitará por nosotros, porque tanto nos ha amado Dios que nos ha dado a su Hijo para que creyendo en Él tengamos vida eterna. Dios no lo envió para condenarnos sino para que nos salváramos por su medio (cf. Jn 3, 16-17). No temas, Él ya llegó. Feliz Navidad.

(P. JLSS)