(2Sm 7, 1-5. 8-12. 14. 16 / Sal 88 / Lc 1, 67-79)
Siempre me ha gustado el cántico de Zacarías, pero más el final: “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz…” quisiera que en estas palabras girara nuestra reflexión este día.
Estando a unas horas de celebrar la Misa de Noche Buena debería surgir en nosotros la alegría de reconocer el porqué de la Encarnación del Señor, dice Zacarías que fue «por la entrañable misericordia de nuestro Dios» por ello no debemos entretenernos en querer comprender esto como sino en aceptarlo o no.
Para qué vino también lo dice este fragmento del cántico: «para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte» o como el mismo Señor lo diría, no son los sanos los que necesitan al médico sino los enfermos (cf. Mt 9, 12) ¿te reconoces necesitado(a) de la luz del Señor? Todos los enfermos necesitan médico pero no todos acuden con él ¿te pasará igual con Dios?
Pidamos a Dios nuestro Padre que nos ilumine e invada el Espíritu Santo para ser capaces de seguir sus invitaciones sin miedo, confiando en que él siempre nos acompañará con su paz si se lo permitimos. Que esta noche buena sea para sus familias un reencuentro con nuestro Salvador y su gracia. Que su amor reine en nuestros hogares.
(P. JLSS)
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