MIÉRCOLES – SEMANA XVI DEL TIEMPO ORDINARIO

Diocesis de Mexicali https://diocesisdemexicali.org


(Ex 16, 1-5. 9-15 / Sal 77 / Mt 13, 1-9)

La aclamación anterior al Evangelio decía: “La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá por siempre” de allí que hoy la Palabra nos invita a que nos preguntemos qué clase de terreno le estamos ofreciendo al Señor.

El pueblo de Israel, por prestar atención a las inclemencias y dificultades se olvidaba demasiado pronto de la acción de Dios, renegaban muy pronto… Dios al igual que a ti y a mi les dejaba claro el cuidad y, sin embargo, le reprochaban como si siempre les dejara abandonados: “Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. Ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.”

Cuando uno se desespera termina por añorar incluso aquello que le hacía ser esclavo ¿algo te está a punto de desesperar? ¿Hay algo a lo que le estés permitiéndote robar la paz? ¿Le ofrecemos a Cristo tierra buena donde él puede producir fruto?

Padre Santo, por medio del Espíritu Santo purifícanos de toda impureza, destruye toda desconfianza y aumenta en nosotros la fe en ti y en tu gracia, que confiados en el poder de Jesucristo avancemos libremente por la vida, que nuestra mayor preocupación sea vivir de acuerdo a lo inmensamente amados que somos y no perder ese Amor.

(P. JLSS)

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