Hora Santa

DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO

Diocesis de Mexicali https://diocesisdemexicali.org


(1Re 17, 10-16 / Sal 145 / Hb 9, 24-28 / Mc 12, 38-44)

El Señor, la semana pasada, nos enseñaba que no podemos separar el amor a Dios sobre todas las cosas del amor al prójimo, el primero se demuestra con el segundo. Este domingo se nos enseña un método para cumplir con ello, la confianza en Dios ¿cómo anda tu confianza?

En tanto en el Evangelio como en la primera lectura se nos presenta el ejemplo de dos viudas que confían en Dios, una confía en las promesas del profeta Elías, «La tinaja de harina no se vaciará, la vasija de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra» y le da el pan; la otra le echa todo lo que tenia de dinero como ofrenda. Ambas confían más en la promesas de Dios que en lo material.

En algunas ocasiones parece que se nos olvida que “Cristo no entró en el santuario de la antigua alianza, construido por mano de hombres y que sólo era figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para estar ahora en la presencia de Dios, intercediendo por nosotros” y si tenemos a tal intercesor ¿por qué tenemos cosas tan sencillas?

El Señor prometió que no nos dejaría solos, que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (cf. Mt 28, 20) y Él “siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo”, dejemos de prestarle tanta atención al miedo y volvamos nuestra mirada hacia Cristo, él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (cf. Jn 1, 29), no temamos y confiemos en aquel que no temió la muerte por salvarnos y ahora vive para siempre intercediendo por nosotros.

(P. JLSS)

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