VIERNES – SEMANA XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Diocesis de Mexicali https://diocesisdemexicali.org


Nuestra Señora de los Dolores
(1Tim 1, 1-2. 12-14 / Sal 15 / Jn 19, 25-27)

Después de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que en una gran parte de la Iglesia se celebra el 14 de Septiembre (tras la reforma litúrgica en México se celebra el 3 de mayo), se conmemora a María, bajo la advocación de nuestra Señora de los Dolores, en la que meditamos en ella como la madre que ve morir injustamente al Hijo y acompaña a la Iglesia mientras atraviesa también ese inmenso dolor.

Es de alabar que este día se mediten los Siete Dolores de nuestra Madre: La profecía de Simeón (Lc 2,25-35); La huida a Egipto (Mt 2,13-15); cuando el niño se pierde durante tres días (Lc 2,41-50); cuando ella se encuentra a Jesús en el camino al Calvario (Lc 23,27-31; Jn 19,17); su presencia en la Crucifixión y Muerte de Jesús (Jn 19,25-30); cuando el cuerpo del Señor es bajado de la Cruz (Sal 130; Lc 23,50-54; Jn 19,31-37); y la sepultura de su hijo (Is 53,8; Lc 23,50-56; Jn 19,38-42; Mc 15,40-47).

Reconozcamos que María no fue una mujer exenta de dolor o sufrimiento, es un ejemplo de fe en Dios, puede permanecer de pie junto a la cruz y es allí donde recibe el encargo de cuidar de nosotros. Acudamos a ella cada que nos sintamos perdidos en medio de incomprensiones o dolor, ella está seguramente a nuestro lado acompañándonos tal y como lo hizo con el apóstol san Juan ¿te atreves a dejar que se involucre en tu vida?

Pidamos al Espíritu Santo, que encienda en nosotros el mismo fuego ardiente que encendió en María, para que aun en medio de nuestro dolor y situaciones difíciles podamos decir las palabras del Salmo con plena convicción: “Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos.”

(P. JLSS)

0 Comments

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *